Si bien me he comprometido y trabajado con la comunidad de Ivanhoe durante casi siete años, no soy residente de Ivanhoe. Sin embargo, cuando aprendí de la trágica pérdida de Pablo, supe en mi corazón que se trataba de un acontecimiento importante para la comunidad y una señal desafortunada de los tiempos.
Sin embargo, cuando aprendí lo que pude a partir de los detalles disponibles y visité el sitio conmemorativo, mi corazón se hundió por la serie de circunstancias desafortunadas que llevaron a este trágico acontecimiento.
Colectivamente, nos queda mucho por hacer para alcanzar la paz.
Deseo que como sociedad podamos cuidarnos unos a otros y que la violencia armada deje de cobrar vidas inocentes en todo el país. Pero además, espero que más temprano que tarde alcancemos un futuro en el que apoyemos a los más vulnerables de manera significativa.
En este caso, hacemos realidad un futuro en el que las personas con discapacidad puedan vivir una vida plena y que los hombres jóvenes ya no recurren a la violencia como solución a cualquier situación en la que se encuentren.
Los residentes de Ivanhoe, y todos nosotros, merecemos paz y una vida llena de respeto. Mi más sentido pésame a la familia Rodríguez y a Ivanhoe.
Atentamente,
Pedro Hernandez
Editor-en-jefe
Ivanhoe Sol
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